El tiempo vuela, las horas pasan como si de un huracán se tratase y, a unos días de comenzar las vacaciones, me doy cuenta de que, dos meses después del cumple de mi peque, aún no he escrito el post sobre su fiesta. Los días de verano son como un auténtico caos en casa, y el aumento de horas de luz, lo único que consigue es que todos estemos en modo verano on y que nos saltemos los horarios sin miramientos.
En fin, quejas a parte -porque yo soy la primera que me resisto a irme a la cama a mi hora, a pesar de seguir levantándome a las 6 AM- , os voy a dar todos los detalles para organizar una fiesta unicornio. Sí, no es muy original, pero la bombón está un poquito ‘in love’ con los unicornios y desde el principio me dijo que ella quería un cumple de unicornios y su tarta unicornio… ¡Deseo cumplido!
Como siempre, lo primero que hice fue recorrerme la Red en busca del imprimible más bonito del mundo. Buscaba uno que no fuese demasiado, prefería uno más sencillito, pero que aportara un toque mágico a la celebración. Finalmente, el elegido fue el diseño Modern Unicorn Party de Nina Designs Parties. Y como siempre que le he encargado un diseño a Gabriela, todo fue perfecto, y enseguida lo tuve listo para imprimir.
Después, me puse a buscar el menaje y demás complementos necesarios para decorar la mesa de cumpleaños, y recurrí a FiestasMix, una web genial donde puedes encontrar todo lo que necesitas para tus fiestas. Además, los complementos clásicos como mantel, pajitas, servilletas, platos y vasos de papel… en la mesa no faltaron unas macetitas de metal, perfectas para colocar snaks, gominolas, servilletas, cubiertos… ¡queda precioso!
Para decorar la ventana corté unas tiras de papel crepé en colores pastel y las coloqué intercaladas. Sobre ellas, dibuje y recorté unas nubes sobre cartulina blanca, de tal modo que diera la sensación de una lluvia de colores. Y para darle un toque más de color, hice una guirnalda de globos, también en tonos pastel, porque… ¡una fiesta sin globos no es una fiesta!
Como siempre, me gusta darle mi toque personal a la mesa, y este año lo he hecho con unas varitas mágicas con forma de estrella. Las hice con pajitas de papel y goma eva de purpurina. ¡A los niños les encantó el detalle, que además podían llevarse a casa, al finalizar la fiesta!
Llegamos a la parte de la comida, y después de horas y horas buscando inspiración en Pinterest, me decanté por mis básicos que siempre funcionan, pero les di un rollo diferente al describirlos en las tarjetitas imprimibles de comida. Varitas de pollo (bocaditos de pollo y queso empanados), tortilla mágica (tortilla de patata con un toque especial), sándwiches de confeti (sánwiches de nocilla, decorados con la silueta de un unicornio y confeti comestible), galletas de unicornio (las clásicas de mantequilla que vuelvan en minutos), dips variados (guacamole y hummus), y para los que se quedaban con hambre unos perritos calientes (no soy muy amiga de ponerlos en los cumples, prefiero pizzas o hamburguesas caseras, pero la falta de tiempo me llevó a recurrir a ellos).
El broche final del cumpleaños lo puso la tarta de unicornio, con la que tanto había soñado mi bicheja. Estaba entusiasmada con su tarta, decorada con las orejitas, los ojos y el cuerno de unicornio, de Maria Lunarillos, con gominolas y figuras de azúcar, y con un interior con colores a modo arcoíris. Para la receta del bizcocho me inspiré en el ‘Classic Birthday Cake’ de Bea Roque, y en lugar de cubrirlo con buttercream de chocolate negro, lo hice con chocolate blanco, para conseguir el color blanco necesario para la carita del unicornio. ¡Estaba buenísima! Además de su varita, los pequeños invitados a la fiesta se llevaron su bolsita de cumpleaños, que este año me ayudaron a preparar mis dos peques, identificadas con unas etiquetas con sus nombres. ¡Quedaron encantados y mi hija feliz! Al final es lo más importante, que ellos disfruten y lo recuerden siempre.
Espero que os haya gustado nuestra Unicorn Party, y que os animéis a probar eso de organizar fiestas de cumple temáticas, es una forma genial de innovar cada año y de hacerles a los niños partícipes en el diseño del evento. ¡Nos vemos pronto!