El mundo de la cocina se identifica, por supuesto, con el sentido del gusto. Pero, personalmente, desde mi punto de vista es casi más importante la relación que tiene con el sentido del olfato. Cuando cocinas tu guiso estrella, unas galletas de mantequilla, unas tortitas o haces tu propio pan, tu casa se impregna de esos deliciosos olores capaces de atraer a cualquiera que pase por allí, como si se tratase de la melodía del flautista de Hamelín. No sé si te pasa, pero siempre que preparo cualquier plato, antes de probarlo, me acerco a la cazuela y lo huelo profundamente, y a través de esos olores que desprende, te aseguro que puedes intuir si estará bueno, si le falta sal o alguna otra especia. Y después ya lo puedes probar para ver si estabas en lo cierto o te equivocabas. Si no lo has probado nunca, hazlo, porque es una forma fabulosa de crear una conexión total con la cocina.
Me encanta el olor que invade la casa cuando cocino tortitas. Lo adoro. Y mis hijos también. Porque no hay día que las prepare, a modo sorpresa, y no vengan a husmear a la cocina. Es un desayuno perfecto, sobre todo para preparar el fin de semana y disfrutar de un momento mágico, con tu café, tu té, un libro, o charlando con los que te acompañan. La receta de tortitas esponjosas que quiero compartir contigo es súper fácil y, te lo advierto, están tan buenas que vas a querer hacerlas todos los días. ¿Qué me dices entramos en la cocina?
Ingredientes para 9 tortitas
180 gr. de harina
1 cda. de polvo de hornear (levadura)
3/4 cdita. de sal
1 huevo
300 ml. de leche
20 gr. de mantequilla derretida
Así se preparan las tortitas esponjosas
Bate el huevo hasta que espume, es muy importante este paso para darle esponjosidad a las tortitas. Añade la leche y bate de nuevo. Incorpora la mantequilla derretida (20 segundos en el microondas) e integra bien con la mezcla anterior.
En un bol amplio, tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal. Incorpora la mezcla líquida a la harina, poco a poco, y bate bien con unas varillas, hasta conseguir que no haya ningún grumito.
Engrasa ligeramente, con aceite, una sartén antiadherente. Cuando esté caliente añade la masa con ayuda de un cucharón. Cocina, a fuego medio, cada tortita un minuto por cada lado y saca a un plato. Repite con el resto de la masa y ¡ya puedes disfrutar de ellas!
Puedes tomarlas solas, con fruta, mermelada, chocolate fundido, sirope… ¡cómo más te guste!
¡Espero que las pruebes y me cuentes tu experiencia con el olfato en la cocina! ¡Nos leemos por las redes!